En el suroeste de la provincia de Catamarca, a solo 15 km del pueblo de Fiambalá, se encuentran las famosas Termas de Fiambalá, una de las más bellas y visitadas del Noroeste argentino (junto con Rio Hondo, Rosario de la Frontera y Termas de Reyes). Situadas a los pies de la Cordillera de los Andes y rodeadas por la majestuosa quebrada de granito, estas aguas termales naturales brotan de manantiales volcánicos y descienden en piletones escalonados en la roca, con temperaturas que oscilan entre los 42 y 30°C.
Gracias a sus propiedades terapéuticas y su entorno único, las termas de Fiambalá se han convertido en un lugar privilegiado de relax, salud y conexión con la naturaleza, atrayendo visitantes de todo el país y durante todo el año.
La combinación de aguas calientes naturales, el silencio de las montañas, la vegetación, las pozas escalonadas, crean una atmósfera única, mágica, que permite también una experiencia única.
Fiambalá significa “pueblo del viento” en lengua cacán. Está a 1570 metros de altura, y tiene una población de 6000 habitantes. Tiene una interesante propuesta hotelera y gastronómica.
La mayor altura de las termas (1.920 m) en comparación con el pueblo de Fiambalá y el piso del Valle del río Abaucán hacen que las temperaturas sean algunos grados por debajo que las del valle.
Horarios
Las aguas de Fiambalá emergen naturalmente desde una fuente geotérmica profunda, alcanzando temperaturas superiores a los 60°C en el manantial. Están clasificadas como:
Su composición incluye minerales como azufre, calcio, sodio, magnesio y silicio, con bajo contenido de sales (491 mg/l), pH alcalino (7.6-7.7) y un caudal de más de 20.000 litros por hora.
Advertencia: La información sobre el tipo de aguas y los beneficios para la salud han sido tomados de la web, no tenemos elementos para chequear esa información. Además, es importante saber que las aguas termales pueden ser contraindicadas en algunos casos, y es conveniente, si sufre de alguna dolencia. que consulte previamente a su médico de cabecera. Le recomendamos leer el articulo Riesgos y contraindicaciones incluido en nuestro Portal.
El agua baja, pasando por piletones ubicados de manera escalonada en la quebrada y al ir bajando y pasando de un piletón a otro, se va enfriando. Con lo cual hay una gama de temperaturas de agua para todos los gustos, entre los 42 y 30º C.
Las paredes de granito tienen casi 100 metros de alto.
El complejo termal cuenta con:
Para acceder a las termas, previamente debe hacerse una reserva en la web oficial o en la Dirección de Turismo de Fiambalá, eligiendo uno de los tres turnos:
Muchos visitantes optan por el turno noche, especialmente en verano, para disfrutar de un baño bajo las estrellas, rodeados del silencio y el frescor de la montaña.
Las entradas no se pueden adquirir en las mismas termas.
En las termas hay sendas demarcadas que permiten ascender la quebrada hacia las fuentes termales y también por las laderas de la quebrada para tener una vista de la misma, del Valle de Abaucán y la Sierra de Narváez.
las Termas de Fiambalá sirven como punto de partida ideal para explorar otros atractivos cercanos, como el imponente Paso de San Francisco, que conecta Argentina con Chile, y los antiguos viñedos que dotan a la región de una identidad cultural y gastronómica única.
Las termas se pueden visitar todo el año:
El microclima de la quebrada las mantiene frescas incluso en los días más calurosos.
Desde Catamarca capital: Ruta Nacional Nº 60 (342 km)
Empresas de micros conectan San Fernando del Valle con Fiambalá. Empresa Robledo, Tel (0383) 4430785 y Empresa Gutierrez, Tel (03834) 450030. Ambas tienen salidas diarias.
Entre Fiambalá y las Termas se puede tomar un servicio de remis porque no hay colectivos.
La localidad de Fiambalá fue fundada en 1701, pero el agua termal ya era conocida anteriormente por los pueblos originarios de la región. Sus propiedades fueron conocidas por viajeros y científicos, como el científico francés Martin de Moussy que las describió en 1864 o Federico espeche en 1875.
En la década de 1980, el intendente Amado David Quintar impulsó la creación de la infraestructura termal, y desde entonces pasaron por allí destacadas personalidades como Luciano Pavarotti, quien visitó las termas en dos oportunidades.
En los últimos años se hizo más conocida Fiambalá gracias a la llegada del famoso Rally Dakar al cual asistían personas de todo el mundo. También por varios aluviones o aludes, que, cada tanto, bajan por la quebrada, afectando severamente el lugar.
Hoy, el complejo es un ícono del turismo catamarqueño.
Fiamabalá, como pueblo rural, cuenta también con campos de olivos y vid sobresalen a la vista del visitante, al igual que centenarias construcciones de adobe que se mantienen en pie y que hoy forman parte de la Ruta del Adobe, uno de los mayores atractivos que tiene la provincia.
Este reservorio es el acuífero y se usa en Saujil y Tinogasta para riego, obteniéndose caudales de hasta 200 m3⁄h. El acuífero se recarga con la infiltración del agua de deshielo y lluvia cada año.
Debajo de la capa de rocas impermeables, hay una cámara magmática que calienta el agua que se infiltra por grietas y fracturas. Las aguas subterráneas se escurren profundamente y se calientan para llegar a temperaturas que superan los 100°C. Para luego subir hacia la superficie y perder parte de su calor por contacto con las rocas. En el reservorio subterráneo están a 80°C. Emergen a temperaturas más bajas, llegando en boca de pozo a los 60°C.
Si hubiese aún más calor o la cámara de lava estuviese más cerca de la superficie, el agua se vaporizaría formando géisers (como sucede en Domuyo, Neuquén, cerca de Chos Malal).
Las termas de Fiambalá es un acuífero fracturado que permite que el agua fluya y se almacene, alimentado por rocas sedimentarias permeables.
Fuente: turismoruta40.com.ar